miércoles, 24 de junio de 2009

Cultura escolar y práctica docente...

Ningún hombre es una isla, algo completo en sí mismo; todo hombre es un fragmento del continente, una parte de un conjunto, decía John Donne. Si trasladamos esto a la práctica docente, nadie está realmente solo frente al grupo, siempre hay alguien más, u en este caso, algo mucho más grande, una cultura aplicada al ámbito escolar, un continente.

La relación entre la cultura escolar y el docente viene ofrecida por Ying Cheong Cheng (1993) al afirmar que “la cultura escolar también se correlaciona con la actitud de los profesores hacia su trabajo pues en un estudio, realizado por él, estableció el perfil de culturas efectivas y no efectivas, hallo que las culturas escolares más fuertes tenían profesores mejor motivados. En un ambiente con una ideología organizacional fuerte, participación compartida, liderazgo carismático e intimidad, los profesores experimentaron una mayor satisfacción en su labor y una productividad mejorada”

Vera , Terrón y Franco (1998) , por parte de la universidad de Salamanca, definen la cultura escolar como “los conocimientos y contenidos que han sido seleccionados, del ámbito más amplio de la cultura general, para ser transmitidos en nuestras escuelas. Dentro del marco conceptual y valorativo de la cultura escolar, se toman luego las decisiones sobre los contenidos del curriculum”

El problema que existe es que un nuestro país la cultura escolar termina siendo absorbida por la burocracia y la apatía al cambio ante la falta de perspectiva futura e identidad personal. La postura que vivo en mi práctica es afectada en muchas ocasiones por esa “cultura” que jala en cuando uno quiere avanzar hacia niveles rechazados por ignorancia asumida por gusto. Sin embargo, solo repitiendo se podrá permear entre costumbres ajenas al beneficio que puede dejar la educación.

Un aperitivo para la autoreflexión de la práctica docente...

Las siguientes preguntas no tienen un orden definido de importancia ni ninguna es dependiente de la otra, pero todas nos permiten la reflexión de nuestro ejercicio profesional.

• ¿Antepongo las necesidades de la escuela a las del alumno?
• ¿Utilizo dinámicas para suplir carencias de dominio y conocimientos?
• Los materiales didácticos ¿son una ayuda para mí o para el aprendizaje del alumno?
• ¿Soy coherente entre lo pido como asignaciones y lo que enseño?
• ¿Trabajo porque me gusta o simplemente como una profesión mas para sobrevivir?

Cada respuesta puede ser tan extensa como quieran, o corta...la sinceridad es lo importante

martes, 23 de junio de 2009

Las creencias en el docente...

Dentro de la práctica docente hay un punto muy delicado de tocar pues así como puede ser de suma importancia para la persona, puede ser absolutamente efímera en otros. Estas son las creencias. Suelen presentarse antes de establecer un conocimiento dentro de nuestro marco referencial, pero no siempre pues existe también la gente sin creencias (y ese creer en nada no obedece a un orden anárquico sino a falta de carácter) Nos sirven para formarnos prejuicios, para cimentar un aprendizaje significativo, como guía y muchas maneras más, todas válidas y respetables.

En lo personal, en mi labor, han influido de manera que ha sido la base de mi avance (o retroceso) en algunas ocasiones. Durante algunos semestres debí impartir clases de pensamiento crítico y comunicación y en mas de una ocasión se debieron temas complejos, que de no haber tenido creencias firmes, era fácil me hubiese perdido. Como ejemplo fueron temas como las elecciones del 2006 (a semanas antes de) donde hubo un todos contra todos pues de una u otra manera (vía TV o Internet) los alumnos estaban mas influidos de uno u otra manera. Otro tema más fue la influencia de la música en la conformación de la personalidad pues todos tienen sus propios gustos. Polémica, mentadas e ideas experimentales y deseosas de ser más rondaban y era fácil que uno se perdiera en ella o tomase partido en una u otra parte. Igualmente impartí 4 años un tema por demás ambiguo, el arte y en algunas ocasiones había actitudes ofensivas entre ellos o contra mi pero va de nuevo…creencias transformadas en convicciones con un toque de ideales.

El hasta que punto las creencias se pueden convertir en una fe retrograda que favorezca el pensamiento coercitivo y castrante, es algo de lo que se tiene que tener mucho cuidado pues cada creencia que tenemos debe ser explorada por la critica externa e interna.

miércoles, 17 de junio de 2009

Tentativa de cómo convertir una práctica rutinaria en reflexiva

Todo maestro es parte de una escuela, pero solemos cumplir todo lo que nos dicen por flojera a investigar que es, u apatía. Por ello es necesario cuestiones tan sencillas como leer todo lo que se ha de firmar, opinar en lugar de otorgar. Nunca anteponer los intereses de la escuela ante los del alumno, si es que se tiene ética, que solo en la reflexión puede ser alcanzada.

Las dinámicas, que han de ser utilizadas en cada clase, no deben ser utilizadas simplemente como una manera de “matar tiempo” o salir de apuros respecto a los “comos” de hacer que aprendan. Deben favorecer el aprendizaje significativo, no uno vicario. Sin embargo es común que se trate de meter actividades sin estar conciente de los resultados que pueden provocar en el alumno, que no necesariamente sean negativos, si no los adecuados a dejar algo más fuera de clase.

La utilización adecuada de los materiales didácticos, que en cualquier nivel educativo y socioeconómico, no ha de ser una manera de ocultar carencias como docentes respecto a los saberes y manejo adecuado de clase. No es que hacer mas amena la clase no pueda ser un objetivo pero no ha de ser el único, ha de ser parte de. Tomando ello como base, se debe tener una continua actualización, sin tener miedo (y mucho menos transmitirlo al alumno) a conocer.

Es muy fácil hablar en clase, pedir asignaciones y juzgar a diario, pero ¿Qué sucede cuando el maestro no es coherente con lo que dice? Sucede una decepción y apatía con respecto a cumplir (y en casos más severos) cree en las tareas. Antes de decir cualquier cosa en clase, hay que reflexionar respecto a como cumplirlo efectivamente.

Finalmente lo mas importante ha de ser nuestra vocación, ella nunca ha de ser dejada a la rutina, considerar que con el paso de los días se avanzara, se avanzara en cavar una fosa donde caerán los alumnos. Es mirarse a diario en el espejo y preguntarse ¿Por qué soy docente?

martes, 16 de junio de 2009

Mi ladrillo..

Dentro del gran espectro que presenta la educación hay una parte muy importante donde no hay respuesta escrita, formula probada o una certeza infalible. Es el por que nos dedicamos al ejercicio de la misma. Por más evidente que pueda parecer en unos u otros nadie sabe la respuesta fuera de si mismo. En mi aun no se el por que, pero ente lo que hago, veo, leo y escucho puedo ir diciendo que no:
  • Estudie nomás por que si.
  • Veo la relación entre hacer políticas para los partidos en lugar de hacer políticas para la educación.
  • Creo que el alumno sea tan tonto para no distiguir entre lo que el docente dice y lo que hace, mucho menos para menospreciar la importancia de esto.
  • Estudie por no tener decidido que esta profesión me permitiría cambiar lo que creo no ayuda en este mundo.
  • Creo vayamos en el camino correcto.
  • Creo exista mucha gente molesta por ello.
  • Creo exista mucha gente dispuesta a corregir el rumbo.
Entre tanto, tratare de seguir creando una pared donde aun quede lugar para la educación para la mejora social...hasta donde pueda.