domingo, 30 de enero de 2011

1er paso a una mejora en la práctica docente ...

Tú decides hasta donde abrir la puerta a problema extracurriculares.

No es que la familia, las normativas escolares, factores ambientales, el clima socioeconómico, la falta de recursos económicos no lo sea importante, pero tú decides hasta que parte los dejaras entrar a tu salón y cómo habrás de afrontarlos. A lo anterior Jaude (1991) afirma que las características de los hogares de bajos recursos influyen adversamente en el desarrollo cognitivo y psicosocial, limitando su experiencia cognitiva, esencial para el aprendizaje escolar. Ahondando más, el hacinamiento, peculiaridad de los hogares pobres, produce tensiones intrafamiliares y afecta la concentración, la capacidad de retención y la discriminación entre estímulos auditivos y visuales, habilidades necesarias para el éxito en la escuela (McLanahan 1985). Aun cuando sea este el caso, ese es un problema del hogar, por peor que este sea, no debe ser extensión suya el aula.

La familia introduce a los niños y las niñas a las relaciones íntimas y personales, y les proporciona sus primeras experiencias; una de ellas, la de ser tratados como individuos distintos. La familia es el primer grupo referencial del alumno, el primer grupo cuyas normas y valores adopta como propias y a la cual se refiere para emitir juicios sobre sí mismo (Villaroel, Sanchéz 2002). Esos juicios influirán en su percepción de sus compañeros, profesor y escuela sin que el docente pueda hacer más que regularlo. Ello no evitara problemas internos, pero se pueden limitar a ellos al dejar fuera percepciones de sus padres respecto a un suceso.

Esto de ninguna manera de ha de ser un deshumanización acerca de las necesidades del alumno y una neutralidad con vista de impotencia, en absoluto. Es entender que nuestro principal objetivo es lo que suceda en el aula y que si queremos hacer algo fuera de ahí para resolver otro problemas tenemos la libertad, ya como seres humanos miembros de un sociedad, para ayudar a subsanarlos…pero utilizando un aula como escudo de nuestra apatía a un cambio verdadero bajo una moral sorda a la necesidad del alumno.